UNIFICAR LAS LUCHAS

UNIFICAR LAS LUCHAS

“Nadie puede saber cómo y cuándo crecerá y se propagará la lucha. La única certeza es que sucederá” Fred Goldstein

Ya sabemos todos que el capitalismo está en crisis. No es una crisis cualquiera es una crisis de características terminales. Terminales para el capitalismo como lo conocemos hasta ahora, pero también puede ser terminal para el planeta y la vida que en él habita.

El capitalismo no va a auto-disolverse, todo lo contrario, evoluciona hacia sociedades más autoritarias y represivas. El capitalismo necesita crecer, y como última frontera para su crecimiento está acabando con los recursos naturales y provocando el cambio climático.

Para seguir acumulando riquezas, cada vez en menos manos, con una inversión industrial casi inexistente y fracasada su etapa neoliberal con inversiones indecentes en capital financiero, su nicho de acumulación de beneficios, son los presupuestos nacionales para gastos militares y de represión, pero el pastel está en los presupuestos dedicados a los servicios públicos para los trabajadores y clases populares. En sanidad por ejemplo, cada hospital que se privatiza, va acompañado de sus respectivos pacientes para asegurar un negocio rentable a los inversores. A esto algunos economistas lo llaman “acumulación por desposesión y si incluimos la bajada de los salarios, ya tienen todo el pastel para ellos.

En la última década los beneficios empresariales crecieron un 11,5%, mientras los salarios solo lo hicieron en un 0,8%. Existen en el Estado español 13 millones de trabajadores en activo que, sin embargo, están por debajo del índice de pobreza, esto sin contar con los pobres sin trabajo y sin cobertura social.

“Existe una diferencia considerable, entre una masa de pobres y una masa de pobres determinada a actuar”

Nos encaminamos hacia una sociedad dual; por un lado los que siguen participando en el proceso de producción capitalista, sin que esto signifique que tienen el problema resuelto. Y por otro, los que sobreviven por medios que no son la venta de su fuerza de trabajo. En la próxima fase de luchas, será necesaria una organización fuerte que represente a los trabajadores. Las dificultades económicas cada vez mayores, implican luchas adicionales como el racismo, la opresión sexual y de género, promovidas por la explotación y aplicando la regla del “divide y vencerás” por el sistema político capitalista.

La fase capitalista actual, de alta tecnología, máquinas y software, realizan las habilidades para las que los jóvenes obtuvieron capacitación y los reemplaza en su puesto de trabajo. El capital que se invierte en máquinas y equipos es tan rentable que cada vez hacen falta menos trabajadores. Pero esto al contrario de los que pretenden, profundizará más la crisis capitalista. ¿Quién comprará las mercancías producidas por robots?

Tenemos que determinar cómo sustituimos el sistema actual, este lleva a la humanidad y al medio ambiente a la destrucción y debe ser abolido.

La nueva sociedad deberá emanciparse de la explotación de clase y de la opresión nacional, sexual y de género. Deberá poner fin a las guerras. Deberá ser ajena a todas las formas de dominación y respetuosa con nuestro planeta. Por eso es necesario golpear juntos unirnos en la lucha.  Rivarol filósofo contrarrevolucionario francés dijo “Existen dos verdades que nunca deben separarse en el mundo; que la soberanía reside en el pueblo y que este nunca debe ejercerla”. Contradigamos a este filósofo, unifiquemos las luchas contra el capitalismo, unámonos como clase y como pueblo trabajador. Ejerzamos nuestra soberanía, ejerzamos el poder popular.

Solo con indignación, nos estrellamos contra el muro de hormigón capitalista.

¡¡SOLTEMOS AMARRAS!!